¿Cuáles son los pasos para contratar un cuidador o cuidadora en casa?

Llegado un momento, muchas familias se plantean la necesidad de contratar un cuidador en casa para una persona mayor o con discapacidad. No siempre es fácil dar este paso: surgen dudas sobre cómo hacerlo bien, qué aspectos legales considerar y cómo asegurarse de que la persona elegida es la adecuada. En este artículo te contamos de forma clara y práctica los pasos esenciales para contratar un cuidador o cuidadora a domicilio, garantizando tranquilidad y confianza en el proceso.

1. Identificar las necesidades de la persona mayor

Antes de iniciar la búsqueda, es importante evaluar las necesidades específicas de la persona a la que se va a cuidar:

¿Requiere apoyo en tareas básicas (aseo, alimentación, movilidad)?
¿Necesita cuidados especializados (enfermedades crónicas, movilidad reducida, demencia)?
¿Se trata de un acompañamiento puntual o de un servicio continuado?

Esta reflexión inicial ayuda a definir el perfil del profesional y a decidir si se busca un cuidador interno, externo o por horas.

2. Decidir el tipo de contrato y modalidad de servicio

Un paso clave es elegir la modalidad de contratación:

Contratación directa por la familia: implica asumir las gestiones legales, el alta en la Seguridad Social y el pago de nómina y cotizaciones.
A través de una empresa especializada: la entidad se encarga de todos los trámites, selección de personal y sustituciones en caso de bajas o vacaciones.

La segunda opción suele aportar más seguridad y menos carga administrativa para la familia.

3. Buscar candidatos y revisar referencias

La confianza es esencial. Si optas por una cuidadora a domicilio, busca referencias, pide recomendaciones a conocidos y revisa la experiencia previa en cuidados similares. También es recomendable comprobar que la persona cuenta con formación en atención sociosanitaria o primeros auxilios, sobre todo cuando existen necesidades específicas de salud.

4. Realizar entrevistas personales

La entrevista permite valorar aspectos más allá del currículum:

Empatía y trato humano.
Paciencia y capacidad de escucha.
Disponibilidad horaria y flexibilidad.
Afinidad con la persona mayor.

En muchos casos, es la propia persona cuidada quien debe participar en esta primera toma de contacto para garantizar una buena conexión.

5. Definir funciones y expectativas claras

Para evitar malentendidos, conviene dejar por escrito las funciones del cuidador en casa:

Tareas de higiene personal.
Preparación de comidas y supervisión de medicación.
Acompañamiento a consultas médicas o paseos.
Labores domésticas básicas relacionadas con el cuidado.

Un acuerdo claro desde el principio asegura un servicio de calidad y mayor confianza para ambas partes.

6. Formalizar el contrato y los aspectos legales

Si la contratación es directa, se debe firmar un contrato regulado por el Régimen Especial de Empleados del Hogar. Este documento debe incluir:

Jornada laboral.
Salario y pagas.
Vacaciones y descansos.
Responsabilidades del puesto.

Cuando se hace a través de una empresa especializada en servicios de cuidado de personas mayores, esta se ocupa de todo el proceso legal, ofreciendo tranquilidad extra a la familia.

7. Seguimiento y adaptación del servicio

Una vez contratado el cuidador, es importante mantener un seguimiento constante para comprobar que las necesidades se están cubriendo. La comunicación abierta entre familia, persona cuidada y profesional es la clave para ajustar el servicio cuando sea necesario.

Conclusión

Contratar un cuidador en casa es una decisión importante que requiere planificación y confianza. Seguir estos pasos ayuda a encontrar al profesional adecuado, que no solo brinde apoyo en las tareas diarias, sino que también aporte compañía, seguridad y calidad de vida a la persona atendida.

En Kuido sabemos que cada familia es única. Por eso, ofrecemos un servicio humano, cercano y profesional, acompañándote en todo el proceso para que el cuidado de tus mayores esté siempre en buenas manos.